Australia violó los derechos de los isleños del Estrecho de Torres a disfrutar de la cultura y la vida familiar, según el Comité de Derechos Humanos de la ONU
Los grupos indígenas de cuatro islas de la región australiana del Estrecho de Torres presentaron una queja porque Australia “no se había adaptado al cambio climático, entre otras cosas, mejorando los diques de las islas y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero”. Cuando los recursos nacionales han fracasado, concretamente en lo que respecta a la protección de los derechos humanos como consecuencia del clima, esta decisión sienta un precedente para otros en una situación similar. En este caso concreto, los isleños “alegaron que los cambios en los patrones climáticos tienen consecuencias perjudiciales directas para su sustento, su cultura y su forma de vida tradicional. Los isleños indicaron que las graves inundaciones causadas por la marea en los últimos años han destruido las tumbas familiares y han dejado restos humanos esparcidos por sus islas. Argumentaron que el mantenimiento de los cementerios ancestrales y la visita y comunicación con los familiares fallecidos son el núcleo de sus culturas. Además, las ceremonias más importantes, como la de la mayoría de edad y la de iniciación, sólo tienen sentido cultural si se realizan en las tierras nativas de la comunidad”. Child Identity Protection se congratula de esta decisión, ya que muestra cómo la protección del medio ambiente está estrechamente vinculada a la consecución del derecho del niño, niña y adolescente a la identidad en las relaciones familiares, incluida su cultura y tradiciones vinculadas.